Lucrecia Borja y su familia
El recuerdo de los Borja y no Borgia, como generalmente se los denomina se proyecta sobre la historia con una definición algo enigmática, pues mientras incontables narradores han formado en torno a ellos una leyenda de crímenes y violencias, otros, de pluma más sobria y de menos fantasía, aunque más circunspectos y escrupulosos, suscitan una visión completamente opuesta a estas ficciones tan difundidas.
La Lucrecia Borja de esta obra no es la elaboradora de tóxicos, ni la bacante de trágicas orgías, sino una ilustre patriarca digna de los altos designios de su alcurnia, de genuina raigambre española, que si tuvo errores humanamente disculpables, dejó una estela de portentosa claridad en una fase culminante del Renacimiento.
Francisco Almela y Vives, investigador y brillante literato, rompe una lanza por la verdad y reconstruye, con auténtico material, la carrera de los Borja.